Hay personas en las que la poesía no sirve. Solo son carne en la que rebotan los versos, que son arrojados de vuelta, rotos y vacíos. Se cree una, y su ombligo, que todo gira alrededor de las palabras, y que éstas conectan lo que vive dentro, con lo que hay fuera. Pero existir, en esto, es caminar entre los escombros de Babel. Resignarse y callar, en el ruido. Existir en esto. Resistir, o mejor, sumergirse por completo en la ola, para alcanzar el otro lado. Y asumir que hay personas rotas, y vacías, que quizás vienen de vuelta, porque han rebotado los escombros del mundo, demasiadas veces en su carne. *** Me edita Gabriel Viñals un precioso libro dentro de su colección Poética y Peatonal, de Ejemplar Único. Soy consciente de que el título escogido recuerda a otros títulos de libros, canciones, trocitos de vida diseminados por todos los lugares posibles. Será que todo está escrito, y si es sobre la piel, todos compartimos las mismas partículas de los recuerdos volatilizados d